martes, 22 de febrero de 2011

Formación para periodistas.

Hace un momento que leí en un medio digital, la propuesta del Ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui para ofrecer formación para el empleo a Periodistas que han pérdido su empleo o están a punto de perderlo por la nueva revolución tecnológica. Los jóvenes no leen periódico en papel, lo digital poco a poco ha imperado en una sociedad que piensa que el acceso a todo es gratuito y devalúa el trabajo de muchos profesionales que están trabajando duro para sacar adelante su trabajo.
Cuando el sector periodístico tiene una mayor formación y cualificación entre sus profesionales, más devaluada está la profesión. Nunca el intrusismo ha sido tan fuerte como en estos tiempos, y es que cualquiera que tenga una grabadora, un micrófono, o una cámara de fotos se siente periodista, en muchos casos ciudadanos que se erigen juez y parte de una información que ofrecen al mundo sin tener en cuenta la ética profesional y periodística.
Quizá la sociedad haya cambiando tanto que tengamos que buscar nuevas cuotas de trabajo, donde la estabilidad y calidad laboral sea equiparable a otras profesiones.
Con tantos cambios hemos perdidos a referentes informativos claves de los últimos años, lo que es menester es que con tantos cambios y revoluciones no perdamos el sentido verdadero de la comunicación que es el acceso a la información. Una sociedad desinformada es una sociedad esclava de su ignorancia.

miércoles, 16 de febrero de 2011

EXTREMADURA PUERTA DE CULTURAS

Hace pocos días se presentó el primer número de la Revista Literaria Suroeste, un ejemplo más de la actividad y del importante papel de Extremadura en la unión de la cultura hispano-lusa, y no en la suma de las dos culturas, sino en la unión y en el diálogo de artistas y literatos a ambos lados de la raya.
En su presentación señalaron a Extremadura como "la puerta de acceso" hacia Portugal y España, una región periférica convertida por el trabajo y esfuerzo de vecinos rayanos en centro estratégico de unión.
Novelistas, poetas, ensayistas, críticos... nos enseñan y nos muestran de forma inédita las novedades literarias de ambos países más unidos que nunca tanto en las artes como en la cotidianidad, puesto que no sólo aparecen figuras cercanas a la raya, también firman escritores tan lejanos y tan cercanos como Aramburu. Ojalá esta iniciativa perduré en el tiempo y tengamos la suerte de poder releer no sólo este primer número sino los sucesivos, para seguir construyendo una identidad comunitaria frente a las fronteras que durante siglos nos han separado. Son más las cosas que nos identifican que las que no separan.